Los fenicios encontraron en el Cerro del Vllar un asentamiento idóneo para el comercio, tanto exterior como con los pueblos indígenas del interior de la península por medio del Guadalhorce.
Excavaciones en el Cerro del Villar
También tenían tierras de cultivo, madera, materia prima para la producción de cerámica, y el lugar les proporcionaba unas buenas condiciones defensivas.
Lo idóneo del sitio se vio truncado ante las devastadoras inundaciones que debieron sufrir aquellos pobladores, y verse impulsados a buscar ese nuevo emplazamiento en la bahía de Málaga, que hacen de ésta una ciudad milenaria.